Hace justo un año finalizaba la esperada peatonalización de la calle Mateos Gago, que discurre entre la plaza Virgen de los Reyes y la calle Fabiola . La adaptación de la vía principal del barrio de Santa Cruz no estuvo exenta de polémica tras la sustitución del adoquin sevillano.
Se llamó calle de la Borceguinería, del gremio de los borceguineros, fabricantes de zapatos, que residieron allí hasta el siglo XVIII. Durante la Edad Media, el tramo más cercano al templo se llamó calle de Entalladores, debido a que vivieron allí los obreros que construyeron la torre de la Giralda.
En 1869 se unificaría el nombre pasando a llamarse íntegramente calle Comuneros. Y ya en 1893, tomaría el nombre de Francisco Mateos Gago, en honor al teólogo, catedrático, filósofo y canónigo de la Catedral.

A lo largo de sus casi trescientos metros se aprecia el estilo regionalista en muchos de sus edificios construidos por arquitectos de la talla de Juan Talavera y Herediam Vicente Traver o Aníbal Gonzalez, entre los que destacan las Iglesia de Santa Cruz o la Casa de las Conchas.
Su trazado actual se debe a las obras de ensanche acometidas en 1923 con motivo de la Exposición Iberoamericana celebrada en 1929.
Hasta entonces, la hermandad de Santa Cruz, fundada en 1904, tuvo que utilizar recorridos alternativos para llegar a la Catedral, ya que resultaba imposible pasar por la calle debido a su estrechez.

Ya en las obras realizadas en 1990 se encontró sepultada parte de la antigua muralla, la cuál ha quedado reflejada en el nuevo pavimento tras la última reurbanización.

La calle cuenta con unas inmejorables vistas de la Giralda y con numerosos comercios y bares, entre los que destaca la famosa bodega de Santa Cruz, más conocida como las Columnas. Además, cuenta con dos espacios museísticos en las que fueran casas palacio Fabiola y de los Salinas.