Uno de los monumentos más emblemáticos de la ciudad cumple 800 años

La torre, de treinta y seis metros de altura, fue construida a orillas del río Guadalquivir durante el periodo almohade.
Era la mayor de las ciento sesenta y seis torres que llegó a tener la Sevilla amurallada por ser la más cercana al río, para defensa de la ciudad.
Se dice que su reflejo sobre el río creaba un brillo dorado gracias a su revestimiento a base de mortero de cal y paja prensada.

El cuerpo principal fue construido por los almohades en el siglo XII. Un siglo más tarde se le añadió el cuerpo intermedio y ya en el siglo XVIII quedó rematada con la cúpula dorada. Se unía al recinto fortificado de la ciudad mediante una coracha.
El monumento acoge en la actualidad un museo marítimo pero a lo largo de su historia ha sido usada como torre vigía pero también como prisión, almacén y oficinas. Aunque su principal función fue la de aduana.
Desde la torre salía una gran cadena que cruzaba el río hasta la otra orilla, controlando así a los barcos que accedían a la ciudad, los cuales debían pagar una especie de peaje, generalmente formado por monedad de oro.
