Si nos situamos frente a la Giralda desde la Plaza Virgen de los Reyes, no será difícil ver, a unos 5 metros de altura, una pequeña hornacina que guarda una imagen en su interior.

Se trata de la Virgen de los Olmos. Sin embargo la Virgen es una réplica ejecutada por Juan Luis Coto en 1986. La original se retiró en 1992 y ,tras ser restaurada, pasó a ubicarse en la Capilla Bautismal o de San Antonio, en la Catedral.

La primitiva imagen es una talla anónima del siglo XIII, de unos 80 cm, realizada en piedra llegó a contar con iluminación propia en distintas épocas.

Dicha imagen, presidió un lugar hoy desaparecido, el Corral de los Olmos, un solar con vegetación, que ejerció de sede oficial de las reuniones de los Cabildos municipales y catedralicios desde la Reconquista hasta 1533 cuando se construyó la Sala de Cabildos de la Catedral.
Fue en el espacio existente entre las calles Mateos Gago, Don Remondo y la Plazuela de Santa Marta, actual Plaza Virgen de los Reyes, donde estuvo el conocido corral. Se encontraba protegido por murallas almohades y por unos arcos que servían de acceso y conectaban con la plazuela de Santa Marta y con Placentines.
El Corral de los Olmos también fue mesón, almacén, casa de juegos y fonda. Incluso Cervantes lo menciona en una de sus obras. A finales del siglo XVIII se derribó para favorecer la visibilidad de la Catedral y la Giralda. Curiosamente, en el cambio de pavimentación que se sometió la plaza en 1994, salieron a la luz restos de solerías y cimentaciones correspondientes al antiguo Corral de los Olmos.
